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Las alfombras de yute se han convertido en una opción habitual en hogares que buscan calidez sin renunciar a materiales naturales. Esta fibra tiene una textura particular que funciona bien tanto en espacios minimalistas como en ambientes más cálidos.
El yute se ha ganado su lugar en proyectos de interiorismo por una razón sencilla: es versátil. Crea contrastes interesantes con muebles de distintos estilos, y su tonalidad neutra hace que combinarlo sea bastante fácil.
Las alfombras de yute están ganando popularidad entre quienes buscan decorar con materiales naturales. Esta fibra vegetal ofrece beneficios únicos que las hacen especiales:
Son completamente naturales. El yute es una fibra vegetal 100% ecológica y biodegradable que respeta el medio ambiente.
Duran mucho tiempo. Mantienen su forma y aspecto incluso en pasillos y zonas donde la gente pasa habitualmente.
Tienen una textura especial. Su tacto ligeramente rugoso aporta calidez y resulta muy agradable bajo los pies.
Combinan con todo. Encajan perfectamente en decoraciones boho, nórdicas, rústicas y minimalistas.
Tenemos diferentes modelos para que encuentres el que mejor se adapte a tu hogar:
Alfombras tejidas a mano – Cada una es única, con pequeñas irregularidades que les dan personalidad artesanal.
Alfombras lisas y planas – Diseño limpio y minimalista con acabado uniforme, perfectas para espacios modernos.
Alfombras con cenefas – Incluyen un borde decorativo que crea un bonito contraste visual.
Modelos vintage – Con acabado envejecido que les da un aire clásico muy especial.
En cada producto encontrarás las medidas exactas y el grosor, así puedes elegir con total seguridad.
Medir bien el espacio te ahorrará dolores de cabeza. Aquí tienes algunos consejos prácticos:
En el salón: Deja unos 20 cm entre la alfombra y las paredes. Así enmarcarás mejor la zona de estar.
En el dormitorio: Colócala de manera que cubra dos tercios de la cama como mínimo. Tus pies te lo agradecerán por las mañanas.
En el comedor: Asegúrate de que sobrepase la mesa y las sillas en al menos 60 cm, incluso cuando apartes las sillas para sentarte.
No olvides usar una base antideslizante. Te evitará sustos y protegerá tanto la alfombra como el suelo.
Cuidar una alfombra de yute es más sencillo de lo que parece. Con estos consejos la tendrás como nueva durante años:
Aspírala cada semana. Pero cuidado: no uses el cepillo giratorio porque puede dañar las fibras.
¿Se ha manchado? No pasa nada. Limpia la mancha inmediatamente con un paño húmedo y un poquito de jabón neutro.
Sécala bien siempre. La humedad es el peor enemigo del yute. Asegúrate de que se seque completamente al aire.
Gírala de vez en cuando. Cada 2-3 meses, rótala para que el desgaste se reparta de manera uniforme.
Sí puedes, pero necesitarás una base térmica que permita que el calor suba y proteja la alfombra al mismo tiempo.
Al principio puede soltar alguna fibra, pero tras unas semanas de uso los flecos se estabilizan y la alfombra adquiere su aspecto definitivo.
En porches cubiertos van genial, pero evita exponerlas directamente a la lluvia porque la humedad las puede dañar.